Histórica y musicalmente hablando, la música clásica es la que corresponde al clasicismo (entre 1750 y 1820), aunque en su sentido popular y mayormente aceptado en los medios o la Real Academia Española, es la música de tradición culta. En Europa encontramos sus orígenes allá por el año 1450.
La música clásica se desarrolló en Europa, principalmente en países como Alemania y Austria, tras la época barroca. Algunos de sus compositores más destacados fueron Bach, Beethoven, Haydn y Mozart.
Surgió tomando elementos de otras músicas tradicionales de occidente, litúrgicas y seculares, como la de música de la Antigua Grecia o de la Antigua Roma (especialmente por sus contribuciones teóricas), e incluso la de la Iglesia católica (mayormente el canto gregoriano).
Hubo algunos hitos que marcarían su rumbo, aunque fue el descubrimiento y consiguiente desarrollo de la polifonía, y más adelante, el de la armonía, los que propiciaron una verdadera revolución musical conocida como el Ars nova y la evolución de la notación musical, que sigue vigente en nuestra época, además del interés por estudiar la estética musical.
Este tipo de música se componía para agradar al oyente en vez de hacerle pensar. Conforme iba evolucionando, se fue utilizando más equilibrio y control. La belleza musical de la melodía y el buen diseño cobraron importancia. La textura en general de esta música clásica era homofónica, es decir, varias voces o instrumentos armonizan y tocan o cantan una sola melodía.
Los compositores de este estilo escribían para instrumentos de cuerda y viento. Las cuerdas fueron la pieza clave de la orquesta. El viento también cobró relevancia. En sus principios, las cuerdas se acompañaban de dos cuernos, flautas u oboes. Poco a poco los compositores añadieron uno o dos fagotes, dos trompetas o dos timbales.
Destaca en la música clásica la sinfonía, que es una sonata para orquesta. La sonata no es más que una obra creada en varios movimientos para uno o dos instrumentos. Esta comenzó con tres secciones, que posteriormente, se ampliaron hasta cuatro. Se considera a Stamitz el primer compositor famoso de sinfonías, aunque Haydn y Mozart la perfeccionaron. Cada parte de la sinfonía se la denomina como movimiento. El primero de una sinfonía suele ser rápido y con forma de sonata. El segundo va más lento y se parece más a la canción. El tercer movimiento es tan solo una transición a la cuarta. Por último, el cuarto es rápido y alegre y puede tener forma de rondó o de sonata.
Tampoco hay que olvidar que los compositores clásicos componían para voz, aparte de instrumentos, sobre todo en la ópera. En esta, la voz se traslada a la orquesta, que también es la que crea el ambiente dramático.
Actualmente existe un consenso para dividir la historia de la música clásica en distintos periodos que van desde la música renacentista (1450) hasta la música clásica contemporánea (actualidad), pasando por la barroca, la romántica, la moderna y la del siglo XX.