Onda Nueva es como se conoce al género musical que en 1968 inició el músico, compositor y director de orquesta venezolano Aldemaro Romero, usando como base el joropo venezolano, combinado con distintas características de jazz y bossanova. El golpe de batería propio de la Onda Nueva se desarrolló gracias al batería venezolano “El Pavo” Frank Hernandez.
Según dijo Aldemaro Romero, la Onda Nueva no es más que la sustitución de una orquestación por otra. En lugar de usar arpa, cuatro y maracas; se use utiliza piano, bajo y batería, un trío ideal para tocar música de jazz.
El Maestro Aldemaro, creador del ritmo, se convirtió con esta creación en un innovador, haciendo que la música popular venezolana, comenzando por el joropo y pasando por el merengue o el bolero, salgan de su molde convencional para sonar con un estilo distinto y original.
Entre los años 1971 y 1973, para darle impulso al movimiento, creó y mostró al mundo los Festivales de la Onda Nueva, en los que participaron destacados músicos y solistas tanto nacionales como internacionales, que hicieron su aportación para popularizar el estilo como una expresión fresca y nueva de la música venezolana.
Para muchos, Aldemaro Romero es el músico más completo, polifacético e innovador que ha tenido Venezuela.
En palabras de Alberto Naranjo, un músico venezolano fundador de El Trabuco Venezolano, Aldemaro era: “Creador de una sonoridad única, con un estilo personalísimo e intransferible, Aldemaro Romero permanece hoy en la historia de la música universal como el más prolífico y distinguido exponente de una música de la que, él mismo, es responsable en un alto porcentaje de ideas. A lo largo de siete décadas distintas de ininterrumpida carrera y entreverando varios recursos musicales en las diversas facetas de la música venezolana, a través del filtro de la suya propia, siempre dominante, consiguió producir una música que lleva el sello de la más indiscutible originalidad”.
De hecho, esta música contó con gran admiración durante todos los años 70 en los escenarios internacionales, convirtiéndose además de en un género en un movimiento musical, que sería posteriormente una de las bases de la música contemporánea venezolana.
Este movimiento no se detuvo en esa época, sino que continúa evolucionando, tal y como demuestran los nuevos proyectos de música electrónica, latin house, hip hop, etc. que reutilizan la onda nueva como género venezolano moderno.